Y TODO TAN DEPRISA..........

Ya todo pasó.

Como ponía mi amigo Salvi "el Arakana" (jejeje): ¡¡ nunca llega el 9 de Febrero!! en uno de sus comentarios en una de las webs dedicadas al mejor Carnaval del mundo entero (aunque algunos quieran guardar las distancias con Cádiz, que es la cuna del Carnaval, para mí el de Alcalá del Río es el mejor por mucho que se empeñenen en decir lo contrario, pues es con el que más disfrutamos ya que nos toca más de cerca: organización, participación....).

Y es así, querid@s visitantes de este blog. Te llevas la tira de tiempo componiendo para que algo pueda salir medio en condiciones, otro montonazo de tiempo ensayando, montando enlaces en el popurrí, canciones de última hora, pensando en el disfraz, decorando la carroza, vendiendo papeletas (qué tipico, ¿eh?... eso lo hemos hecho tod@s, ¿o no?), organizando fiestas... y todo, absolutamente todo, pasa volando.

La noche del viernes te acuestas tarde enreando con los colegas hasta última hora. El sábado es sagrado, por la mañana te pica la cama, no puedes dormir más, y te tienes que levantar "temprano" que hemos quedado para darle un "último" ensayito y después a tomar unas cervecitas o refrescos, con sus correspondientes aceitunillas, y a almorzar tod@s junt@s.

Qué contar del almuerzo. Volando, no te das ni cuenta, los nervios no te dejan, te ríes y muchas veces no sabes por qué. Son las ganas que tienes de ponerte ese disfraz y salir a la calle para pregonar a los cuatro vientos, que es Carnaval y que tú te sientes protagonista (por muy ínfimo que sea tu papel ese día).

Tras el almuerzo, quedas para disfrazarte con tus compañer@s, y a la calle que llegamos tarde. No sin antes, la foto de rigor.

Llegas a los colegios de donde saldrá el pasacalles y ya está todo el mundo esperándonos para salir. Comienza el pasacalles. La gente espectante aguarda en las puertas del Consultorio Viejo y a los principios de la Calle Asunción, y ves a lo lejos de la calle, en la puerta del Todo Niño, otro mogollón de gente esperando.

Sin darte ni cuenta, llegas ya a la altura de Correos, y en un abrir y cerrar de ojos, ya te has encajado en la Laguna y ya empiezan a dejarse notar los nervios más acentuados.

Empieza el concurso de disfraces, y ese es el momento que aprovechamos para ir a cenar algo y por si quieres dar un último repasillo al repertorio. No se para qué, pero vamos, el repasillo se lo das...

Es en este instante cuando llega el momento de la verdad. Y es eso: El momento. Porque subes esas escaleras que te conducirán a destapar el trabajo de tanto tiempo, y sin darte ni cuenta, presentación, pasodobles y cuplés ya están cantados, y vas por la mitad del popurrí. Es entonces cuando piensas: ¿ya está?, y te ves bajando la escalera que te conducen hasta la cuenta atrás de lo que queda hasta el año que viene.

Después vienen los premios: unos se lo toman mejor, otros no tanto, pero al fín y al cabo, los premios (por el culo te la hinco, jejeje).

Y tras la alegría de unos, y el disgusto de otros, comienza la fiesta y las charlas más "constructivas". Me gusta este momento de la noche, porque es para ir con una cámara de vídeo y grabar a tantos y tantos que te dicen: para el año que viene monto yo una chirigota... de verdad, ¿eh? jejeje. Si hubieran salido todos los que me dijeron eso, el Falla se quedaba en pañales en Febrero.... piltrafillas los gaditanos estos... jejeje

Tras el exceso de bebidas con algo de alcohol, te vas a tu casa. Y ahora llega el momento de quitarse las dichosas pinturillas.... y utilizas entonces las esponjitas desmaquilladoras... y te preguntas: esponjas desmaquilladoras....ah, ¿y eso existía? uummmm, pues muy bien. Y te acuestas.

Al día siguiente, y aún con el "sabor" del carnaval en tu boca, quedas con tus colegas para ver el vídeo en la casa de alguien. Que queda como un rey, pues, él te ofrece si quieres una copa pero sabe, de sobra, que vas a decir que no. Entre otras cosas porque él fue quien estuvo contigo toda la noche anterior llenando el depósito cubatero.

Ves el vídeo, te hartas de reir con las cagadas de unos y de otros (es lo mejor, con diferencia) y te vas a cenar con todos.

Es ahora, cuando has acabado de cenar, y entras en tu casa, cuando verdaderamente empieza el síndrome "post-chirigotero". Tod@s sabemos de qué se trata.... Recuerdos van pasando constantemente por tu cabeza del día del Carnaval, lo que te dijo uno, lo que te comentó otro, los consejos de alguien, en fin... Y no sólo eso, sino además, empiezas a darle vueltas al tarro para posibles disfraces para el año que viene y letras que irían bien con el disfraz...

Tras estos momentos de síndrome post-chirigotero, y para recuperarnos un poco, llega el momento de ir al Ayuntamiento a cobrar el premio. Eso es otra. ¿cuántas veces tienes que llegarte a verle la cara al Pepelu para cobrar? Pufff, jejejeje.

En fín, una vez cobrado el premio, cada un@ tiene la manera de fundirlo. En general, y a mí particularmente es como más me gusta, es gastar ese dinero de la manera que lo has ganado, entre tod@s junt@s: bien sea de fín de semana, bien de fiestas y barbacoas, bien donándolo al Ayuntamiento (je-je-je, como decía Manolito Santander con los de Capuchinos: viá doná un mojón).


Querid@s amig@s, esta es mi particular forma de ver cómo todo pasa volando. Tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tantas horas de ensayo, tantas discusiones, tantas risas, a veces tantas confidencialidades, tantos buenos y malos ratos, en fín, como digo en mi cabecera de artículo, TODO TAN DEPRISA........

Dedicado a tod@s l@s chirigoter@s de Alcalá del Río (el mejor pueblo de España, jeje)